miércoles, 23 de octubre de 2013

Museo Arqueológico Tazumal


Museo del sitio Arqueológica Tazumal 

El sitio arqueológico Tazumal esta situado en la ciudad de Chalchuapa, departamento de Santa Ana, a algo más de una hora de distancia de San Salvador. La zona de Chalchuapa constituye una zona arqueológica integrada por varios sitios reconocido. Entre ellos podemos encontrar, Tazumal, Casa Blanca, El Trapiche y la Laguna de Cuscachapa. El sitio arqueológico Casa Blanca fue restaurado con la ayuda del Gobierno de Japón.


Entre los hallazgos más importantes de Tazumal se encuentra la Virgen de Tazumal, que según data la información, fue encontrada por el historiador Santiago Barberena, en 1892, quien la trasladó al Museo Nacional. Y el llamado Chac-Mool, el cual fue encontrado en la ahora nombrada Laguna Seca de Chalchuapa.

El sitio arqueológico Tazumal fue investigado formalmente en 1940 por el arqueólogo Stanley Boggs, quién identificó 13 estructuras, desde plataformas pequeñas hasta el montículo grande mencionado por Barberena, con 24 metros de altura. En esa época Tazumal experimentaba daños relacionados con su proximidad al centro urbano de Chalchuapa, donde se extraía tierra de las estructuras para hacer ladrillos de adobe y se construyó un tanque de agua sobre el montículo principal.

La ocupación de Tazumal tuvo lugar desde 1200 aC. 
Su estructura mayor mide 24 metros de altura, cuenta con doce escalones o plataformas y en ella se encontraron tumbas con más de 116 vasijas, joyería de jade,”espejos” de pirita de hierro, artefactos de juego de pelota y cerámica con forma de lagartos. En la zona sur, se localiza un área de lo que parece un campo de juego de pelota delimitado por la pirámided que está siendo aun objeto de investigación. 

En Tazumal se halla también la piedra de las victorias. Es un monolito de influencia olmeca que presenta cuatro petrograbados distintos en sus cuatro lados.Fechado en 700 a C, aproximadamente. 

El sitioTazumal es ineludible destino para los amantes de la arqueología. Cuenta con un museo y guías locales. 

El Museo de sitio, Stanley Boggs está conformado por dos Salas de exposición. Describe la secuencia habitacional de las culturas prehispánicas de los períodos Preclásico, Clásico y Postclásico. Presenta los diferentes sitios que conforman el área arqueológica de Chalchuapa, como son: El Trapiche, Laguna Cuscachapa, Las Victorias, Casa Blanca, Laguna Seca, Grupo Penate. 

Para llegar al sitio arqueológico de Tazumal, dirigirse de San Salvador por la carretera CA –1 que conduce a la frontera de San Cristóbal y al pasar Santa Ana encontrará la señalización que conduce a Chalchuapa y a Tazumal. El sitio se encuentra en el área urbana de Chalchuapa contiguo al cementerio. 

Horario (todo el año)
De martes a domingo de 9:00h a 16:00h 





Museo de San Andres.

San Andrés (sitio arqueológico)



San Andrés es un sitio maya prehispánico de El Salvador, cuya larga ocupación se inició alrededor del año 900 a. C. como un pueblo agrícola en el valle de Zapotitán del departamento de La Libertad. Este asentamiento temprano fue desocupado por el año 250 a causa de la enorme erupción de la caldera del Lago de Ilopango, y fue nuevamente ocupado en el Siglo V, junto con muchos otpotitán. Entre 600 y 900 d. C. San Andrés fue la capital de un señorío maya con supremacía sobre lros sitios del valle de Zaos demás asentamientos del Valle.


Estructuras

El área residencial no ha sido tan estudiada. Las investigaciones y excavaciones en San Andrés se han hecho en el centro político-ceremonial y han revelado que, en un principio, estaba dividida en la Plaza Sur (donde estaban los gobernantes), y la Plaza Norte.
En el año 600 la Plaza Sur fue rellenada con adobe (dejando un túnel que conducía a la plaza original), y sobre ella se erigió la Acrópolis, en donde se encuentran las estructuras ceremoniales y políticas. En los extremos sur y oriente de dicha acrópolis se encuentran las pirámides o estructuras "1" (la pirámide principal), "2", "3" y "4"; en los extremos norte y poniente se encuentran una serie de cuartos en donde vivían los gobernantes (los últimos palacios de San Andrés), de los cuales dos han sido reconstruidos; al sur de la acrópolis de encuentra la estructura "7", otra estructura ceremonial.
En la Plaza Norte o Gran Plaza, se encuentra la pirámide o estructura "5" (llamada la Campana de San Andrés), la cual está unida con la Acrópolis a través de la estructura "6" (estructura que tiene forma de L). Alrededor de la estructura 5 están las estructuras donde se realizaba el comercio.

Comercio, abandono y descubrimiento

La arqueología demuestra que San Andrés tuvo fuertes contactos con Copán y Teotihuacán, y que recibió bienes comerciados desde lugares tan lejanos como los actuales territorios del Petén guatemalteco y Belice. San Andrés colapsó como centro político hacia finales del siglo IX. La última evidencia de actividad prehispánica en el sitio fue entre los años 900 y 1200 como sitio residencial, que consiste en una capa final con fragmentos de incensarios y cerámica pintada con escenas de sacrificio en estilo Mixteco-Puebla, los cuales pertenecen a una fase cultural nueva, denominada comoGuazapa, relacionada con la ciudad prehispánica de Cihuatán.
Después de la conquista española, las ruinas de San Andrés se encontraban dentro de una hacienda colonial dedicada a la ganadería y la producción de añil (índigo). Asimismo, debido a la erupción de El Playón en 1658 d. C., el obraje de añil de la hacienda fue sepultado, aunque quedó conservado y casi intacto. En 1996, el Gobierno de El Salvador inauguró el Parque Arqueológico San Andrés, en donde el visitante puede recorrer pirámides, el obraje y el museo de sitio.



Museo Joya de Cerén.

Joya de Cerén

Joya de Cerén es un sitio precolombino de El Salvador situado en las proximidades de San Juan Opico y Las Flores, en el departamento de La Libertad, en la región centroccidental de El Salvador. Estuvo habitado al menos desde el año 400 por un pueblo agrícola tributario de San Andrés y fue abandonado alrededor del año 600 a causa de la erupción de la Laguna Caldera. El sitio permite apreciar la vida cotidiana de un pueblo mayaagricultor de hace 1.400 años (siglo VII), el único conocido en El Salvador.1
Es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Mesoamérica porque muestra cómo era la vida de la gente común y corriente. Por eso se le llama a menudo la Pompeya de América, en comparación con el sitio arqueológico de Pompeya, localizado en Italia.
En 1993Joya de Cerén fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Estructuración

Las casas de los pobladores de Joya de Céren están formadas por 3 estructuras separadas: los dormitorios, la cocina (en donde se han desenterrado cuchillas, piedras de moler, vasijas con restos de comida (frijoles, cacao y chiles), platos de barro, entre otros) y la bodega; y pueden tener una cuarta estructura (ya sea: taller, temazcal, etc). Las casas tenían sus terrenos de cultivo y en algunos casos estaban limitadas por un cerco de madera.
Las estructuras religiosas son la estructura 10 (con función posiblemente religiosa como una cofradía) y la estructura 12 (la casa del shaman o líder religioso del sitio). Las estructuras políticas son: la estructura 3 (la estructura más grande de Joya de Cerén) que está unida a través de una plaza con la estructura 13.


Historia y descubrimiento

Alrededor del año 250 las grandes partes de la zona central y oeste de El Salvador fue soterrada bajo densas capas de ceniza provenientes del volcán Ilopango. El área fue abandonada y la evolución cultural del período preclásico tardío maya fue interrumpida por muchos siglos hasta que la ceniza se convirtió en suelo fértil.
El restablecimiento no comenzó sino hasta alrededor del año 400. El asentamiento de Joya de Cerén fue fundado antes de finalizar el siglo VI.
No mucho después, alrededor del año 600, Joya de Cerén fue destruida por la erupción de Loma Caldera, situado a menos de 1 km del asentamiento. Aunque la erupción afectó solamente unos 5 km², ésta enterró la aldea bajo 14 capas de ceniza la cual cayó en varias oleadas a temperaturas que oscilaban entre 100 y 500 °C,2 protegiéndola contra los elementos. Se cree que los aldeanos lograron huir a tiempo, porque no se ha encontrado ningún cuerpo. Dejando atrás los utensilios, cerámica, y alimentos.
El sitio fue descubierto en 1976 cuando se preparaba el terreno para construir silos para el Instituto Regulador de Abastecimientos (I.R.A.). Se realizó el primer análisis en 1978 y 1980 por el Dr. Payson Sheets, profesor de antropología de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos.
Los trabajos de excavación fueron interrumpidos por la Guerra Civil de El Salvador pero fueron retomados en 1989 hasta 1996.
Se han excavado 10 estructuras, habiendo otras más aún soterradas. Aún se desconocen los límites del sitio, pues en la actualidad se continua la prospección arqueológica.

Joya de Cerén en la actualidad

Cerámica maya encontrada en el sitio arqueológico.
El nuevo poblado de Joya de Cerén, situado a menos de un kilómetro de distancia de las estructuras descubiertas, está conformado en su mayoría por campesinos que cultivan sus propias parcelas, utilizando casi las mismas técnicas rudimentarias de los antiguos habitantes del destruido pueblo de Joya de Cerén. En la actualidad dichos habitantes se han convertido en grandes colaboradores de las excavaciones y en la conservación del sitio.

Conservación

A pesar de ser un sitio arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad, la Joya de Cerén tiene múltiples problemas para su conservación. Las estructuras al ser de tierra compactada, pierden y ganan humedad fácilmente por capilaridad dentro de éstas. La pérdida y aumento de agua debilita paulatinamente las estructuras debido a la aparición de sales minerales y micro flora como musgos y líquenes o macroflora como helechos. Al estar todavía rodeadas por las cenizas del volcán Laguna Caldera, y cubiertas por un techo de lámina, la cantidad de humedad que se genera es enorme, especialmente a pleno medio día. Otras acciones como la erosión eólica desgasta las estructuras. Desde mediados de los años 1990 del siglo XX, se comenzó a elaborar un plan de manejo entre CONCULTURA y el Getty Conservation Institute de Los Ángeles. Este plan determina, por etapas, la mejor manera de conservar el sitio, desafortunadamente muchas de las etapas conllevan una enorme inversión económica que sobrepasa el presupuesto dado por CONCULTURA a la ONG FUNDAR.







Museo de la Revolucion.

Museo de la Revolución en Perquín se convierte en velo del olvido


Dos turistas observan el domingo un lanzamisiles en el “Museo de la Revolución”, en Perquín, Morazán. El lugar, situado en la cima de una colina, alberga fotografías, manuscritos y pertrechos de la guerra civil salvadoreña.
Dos turistas observan el domingo un lanzamisiles en el “Museo de la Revolución”, en Perquín, Morazán. El lugar, situado en la cima de una colina, alberga fotografías, manuscritos y pertrechos de la guerra civil salvadoreña.


Elder Gómez
Redacción Diario Co Latino

Perquín (Morazán).- El “Museo de la Revolución” de Perquín, una galería que recrea la historia de la guerra civil salvadoreña situada a 198 kilómetros de San Salvador, en el nororiental departamento de Morazán, se ha convertido en el velo del olvido de antiguos enemigos políticos y militares.

Su director y uno de los fundadores, el nicaragüense Rolando Cáceres, “Mario”, para sus compañeros durante el conflicto armado salvadoreño, ha asegurado que la pinacoteca, que cuenta con cinco Salas donde se exhiben literatura, fotografías y pertrechos de guerra, “no tiene bandera política partidaria”. 

“Aquí ha venido hasta Gloria Salguero Gross”, aseguró Cáceres, un antiguo combatiente sandinista, al recordar la visita que ha realizado al sitio una de las fundadoras de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), actual presidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo Local (CONADEL).

Cáceres, quien se incorporó a la guerrilla salvadoreña en 1980, dijo a Diario Co Latino, mientras permanecía sentado en una silla frente a una computadora en una pequeña pero lujosa oficina con piso de cerámica blanca, que al museo “pueden venir a narrar la historia tanto un militante de izquierda, como de la derecha”.

“Aquí no es para que solo uno cuente su historia, porque entonces la parcializamos”, afirmó el ex guerrillero oriundo de Chinandega, Nicaragua, ahora de 48 años.

Uno de los guías del museo, Vicente Ortiz, también ex combatiente rebelde, aseguró que a la galería, situada en la cima de una pequeña colina, donde todavía yace un enorme agujero dejado por la explosión de una bomba de 500 libras lanzada por militares, han llegado “grandes oficiales del ejército”.
Los estadounidenses Rebecca Rouse y Nolan Robinson escuchan el domingo al guía Catalino Gómez, un ex combatiente rebelde, en el “Museo de la Revolución” situado en Perquín, Morazán.
Los estadounidenses Rebecca Rouse y Nolan Robinson escuchan el domingo al guía Catalino Gómez, un ex combatiente rebelde, en el “Museo de la Revolución” situado en Perquín, Morazán.


“Con ellos (los militares) hemos llegado a la conclusión de que todos tenemos que luchar por el desarrollo de esta sociedad”, afirmó, mientras contaba con otro compañero los boletos de entrada al recinto, en una de las Salas del museo, de $ 0.60 cada uno.

A la exposición llegan de manera mensual cerca de 700 personas, la mayoría estudiantes de bachillerato y universitarios, para conocer pormenores de la guerra civil, que dejó más de 75 mil muertos, millonarias pérdidas económicas y cerca de 5 mil desaparecidos.

Los estadounidenses Rebecca Rouse y Nolan Robinson, que visitaron el museo el fin de semana, llegaron a la galería para conocer “por primera vez” la historia de la guerra civil salvadoreña.

“Queremos conocer de su experiencia (de lo sucedido en esta nación centroamericana)”, declaró Rebecca, oriunda de Washington, mientras escuchaba atenta a Catalino Gómez, otro de los guías del museo, narrar la historia del conflicto armado y traducía a su compañero de viaje lo que hablaba el empleado de la galería, cuando caía una intensa lluvia.

“Yo escuchaba hablar a mis padres cuando era pequeña sobre la guerra en este país, fue una cosa horrenda”, declaró Rebecca, de 25 años, a Diario Co Latino, tras afirmar que lo sucedido en este país “es desconocido” en los Estados Unidos y “espero que no se vuelva a repetir”.





Museo Regional de Occidente.

Museo Regional de Occidente


El Museo Regional de Occidente es el principal recinto de su clase en la ciudad salvadoreña de Santa Ana. Inaugurado en febrero de 1999, está ubicado en el edificio donde tenía asiento el Banco de Central de Reserva de la ciudad, y es administrado por la Secretaría de Cultura de El Salvador.
Cuenta con una gran colección de piezas arqueológicas y de historia contemporánea de los departamentos de Santa AnaAhuachapán y Sonsonate. Asimismo, dispone de salas temporales, biblioteca, cafetería y un exposición permanente de la Historia de La Moneda en El Salvador.

Museo Regional de Occidente – Historia de la moneda en El Salvador
Santa Ana posee mucha identidad cultural y en ella podemos encontrar un lugar que nos cuenta la historia de la moneda en El Salvador. Nos referimos al Museo Regional de Occidente que ofrece una galería de monedas antiguas que han marcado la historia salvadoreña ya que estas circularon en las manos de los salvadoreños de hace uno o dos siglos atrás. Las monedas que podemos encontrar en el Museo Regional de Occidente son de oro, plata y otros metales de antaño, siendo la moneda más antigua que encontramos en el museo, una moneda de “dos reales” que data del año 1828.
En el museo hay dos salas temporales en donde puede encontrar diversas exposiciones, pero existe la sala permanente en donde siempre podrá encontrar la exposición de monedas. También encontrará una biblioteca, cafetería y tienda de regalos para que se lleve un recuerdo de la visita al museo.
Si usted desea visitar el museo de Occidente, podrá visitarlo en los horarios de martes a sábado de 9:00 am a 12:00 del mediodía y de 1:00 de la tarde a 5:00 p.m.
¿Cuánto vale la entrada al Museo Regional de Occidente?Para los visitantes salvadoreños y centroamericanos, el precio de entrada es de $0.50 centavos; los niños menores de ocho años y adultos mayores entran gratis. Si usted es extranjero deberá pagar la pequeña cantidad de 1 dólar estadounidense por persona. El museo subsiste gracias a la ayuda del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, también es apoyada gracias a los visitantes, por lo tanto, si usted desea tomar fotografías deberá pagar un monto extra de $2.00 por el uso de la cámara fotográfica.
¿Cómo llegar en carro al Museo Regional de Occidente?
El museo se encuentra en la Avenida Independencia Sur #8 en el departamento de Santa Ana. Por lo tanto, si usted viene en vehículo desde San Salvador, deberá tomar la Carretera Panamericana en dirección a Santa Ana. Al llegar a la entrada de Santa Ana diríjase a la Avenida Independencia.
Cuando ya esté en la Avenida Independencia, deberá buscar el museo del lado derecho de la Avenida, al Sur en dirección a la Catedral, a la altura de los locales comerciales cercanos a la Alcaldía Municipal de Santa Ana.
¿Cómo llegar en autobús al Museo Regional de Occidente?
Si usted viajará en bus desde San Salvador, debe abordar la Ruta 201, en lo personal les recomendamos tomar la “especial” para mayor seguridad. Deberá tomar dicho bus en la Terminal de Occidente. El precio del pasaje es de $0.85 hasta $1.35. Recuerden tomar preferiblemente la “Especial”.
Si desea pedir más información, puede llamar a los teléfonos (503) 2441-1215 o al fax 2441-2128.












Museo militar

Museo militar Ex-Cuartel El Zapote



10 Avenida Sur y Calle Capitán Alberto Sánchez, Barrio San Jacinto
San Salvador El Salvador, Centroamérica.
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El Museo militar cuartel El Zapote, guarda tesoros de la milicia que, en forma silenciosa, cuentan una parte de la historia salvadoreña. Muestra los implementos que ha utilizado la Fuerza Armada Salvadoreña durante más de un siglo. Piezas que ahora son historia. Cada uno de los objetos que en este museo se exhiben tiene un valor más allá del monetario; no importa si es un sable de finales del siglo XVIII, una pistola desvencijada, los cascos antiguos, las ametralladoras de principio del siglo XX o las armas que utilizaron los insurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMILN); todo tiene un valor histórico. Y para aquellos que nunca han visitado este lugar, hoy es un momento oportuno para conocer otra parte de la historia salvadoreña, el de las armas, además de conocer ese recinto que tiene un atractivo arquitectónico Sólo este ex cuartel guarda crónicas y eventos que ya quedaron casi en el olvido, como las veces que defendió con ahínco a los presidentes que eran amenazados con un golpe de Estado, o las ocasiones que este cuartel se sublevó.

De principio a fin, el Museo Militar es un lugar para descubrir cosas e historias que sacudieron a este país. De hecho, este sitio guarda en sus entrañas el pasado prehispánico, el cual ha quedado demostrado con los restos de cerámica encontrados aquí cuando se han hecho trabajos de remodelación, menciona el teniente coronel Adalberto E. García Rivera, jefe del Departamento de Historia Militar.

Luego está el hecho de ser uno de los primeros sitios donde se establecería el nuevo ejército salvadoreño, formado por Manuel José Arce en 1824. Con la fundación de ese cuerpo militar, denominado Legión de la Libertad, hubo necesidad de albergar la tropa, por lo que El Zapote fue escogido en 1898 para construirle una galera de lámina en lo que antes era una loma donde abundaba el árbol de zapote. Después fue sustituida por una casa de madera. Veinte años más tarde, el arquitecto Borromeo Flores comenzó la construcción del cuartel El Zapote, con un stilo que semejaba a los castillos del Medioevo. El edificio fue hecho con cuatro torres, una en cada esquina, y dos en su fachada.

Este edificio militar ha sido el centro de operaciones de tres instituciones castrenses: caballería, artillería y transmisiones de la Fuerza Armada. Debido a esto, el ex cuartel El Zapote, y ahora el Museo Militar, es un bien cultural, como parte del compleo cultural recreativo de San Jacinto. 




PLAZA DE LOS PROCERES DE LA INDEPENDENCIA

Las instalaciones del ex cuartel también tienen el Monumento Conmemorativo de los Proceres de la Independencia, diseñado por el arquitecto Leonel Avilés.
Su construcción está llena de simbolismo, por ejemplo una serie de 12 gradas representa a los firmantes del Acta de Independencia; tres filas de gradas reflejan los tres poderes del Estado; las piedras que adornan la pérgola del monumento representan la diversidad del pueblo salvadoreño y la pérgola misma recuerda que El Salvador se encuentra en un contexto internacional.











MAPA RELIEVE DE EL SALVADOR

Lo novedoso que tiene este museo es el mapa a relieve del país, un retrato aéreo en un área de 39 por 19 metros donde se muestra la geografía nacional, sus esteros, ríos, lagos y volcanes, pueblos y valles.









Museo de Arte Popular

Museo de Arte Popular
Artes y Tradiciones Populares
Avenida San José #125, Colonia Centro America, San Salvador, El Salvador. C.A. 

Tel.: (503) 2274-5154 Fax.: (503) 2274-1465 
Diversas expresiones del arte popular salvadoreño, producto de prácticas populares tradicionales o de expresiones artísticas emergentes, son las que el Museo de Arte Popular exhibe en sus instalaciones y en exposiciones itinerantes.

Como resultado de las actividades de investigación y conservación ha organizado más de 25 exhibiciones, algunas fuera del país, y ha logrado acumular una colección de más de 1,100 objetos y valiosos documentos.

En el año 2001 inauguró su sede en la ciudad de San Salvador, donde mantiene la exposición permanente dedicada al reconocido arte de la miniatura en barro de Ilobasco, denominada - Sala de la Miniatura Dominga Herrera – en honor a la insigne creadora de este arte; y otras tres salas donde organiza exposiciones temporales.

Por las formas innovadoras de trabajo y difusión desplegadas, artistas y artesanos populares han comenzado a salir del anonimato característico adquiriendo prominencia nacional, como es el caso de don Ángel Mendoza Alvarado, destacado pintor, escultor y restaurador galardonado con el Premio Nacional de Cultura del año 2000.

Es así como el Museo contribuye al reconocimiento y valoración del arte popular y las tradiciones como componentes culturales fundamentales para el desarrollo integral de nuestra sociedad.

El Museo de Arte Popular y sus exposiciones

Especial énfasis ha dedicado nuestro Museo al montaje de exposiciones temáticas. Esto ha requerido de una investigación sistemática y puntual que ha permitido el establecimiento de importantes vínculos con los artistas populares y otros actores culturales de las comunidades estudiadas. Gracias a estas relaciones, la actividad investigativa ha trascendido volviendo al Museo en un referente para aquellas.

Inicialmente, el esfuerzo de investigación y difusión se orientó hacia aquellas tradiciones en peligro de extinción a causa del conflicto vivido en los ’80, como: la joyería en filigrana de Zacatecoluca, Departamento de La Paz y los dulces moldeados de Aguacayo, Departamento de Cuscatlán.

Posteriormente, se han abordado temas tradicionales afincados en la cotidianeidad, como el trabajo en barro de la localidad de Ilobasco, conocido por sus miniaturas y las máscaras, entre otros. Algunas de estas investigaciones han permitido aproximaciones a expresiones artísticas emergentes, como en el caso de las esculturas.

Museográficamente, las exposiciones temporales, así como la exposición permanente de la Sala de La Miniatura “Dominga Herrera”, valoran los objetos desde el punto de vista estético y destacan a sus creadores; van acompañadas de elementos informativos del contexto cultural e histórico en que se han creado, y otros de carácter didáctico, que facilitan la comprensión de los fenómenos históricos y artísticos de las temáticas tratadas.

Algunas piezas de la colección han formado parte de exposiciones colectivas realizadas en Nicaragua y Costa Rica, en el ámbito regional; Francia y Alemania en Europa, y en Washington D. C. en Estados Unidos de Norteamérica, ampliando así la difusión del trabajo realizado.





Exposición Permanente
La sala de la miniatura "Dominga Herrera".

Esta sala del Museo de Arte Popular, está dedicada a las miniaturas en barro de Ilobasco, población que se ha distinguido por una larga tradición cerámica. Lleva el nombre de la destacada precursora María Dominga Herrera, ceramista ejemplar por su sensibilidad, creatividad y destreza en el modelado del barro.

La exhibición cuenta con más de 4,000 miniaturas organizadas en profusas escenas o en las famosas “sorpresas”, que al destaparse contienen escenas más simples. Por su valor documental y la expresividad en su realización, estas permiten al visitante conocer sobre las tradiciones, costumbres y acontecimientos de nuestro país, convirtiendo a los artesanos de Ilobasco en verdaderos “cronistas del pueblo”.

Complementan la exhibición muñecos, moldes y objetos torneados fabricados en diversas épocas, que dan cuenta de la diversidad y antigüedad de la producción cerámica de Ilobasco.

Al final del recorrido, el visitante podrá experimentar el modelado en barro y ver el cortometraje “Ilobasco, La Eternidad del Barro, documento testimonial donde se funden arte, oficio y el origen de la miniatura.


María Dominga Herrera
María Dominga nació en la ciudad de Ilobasco, el 4 de agosto de 1911. Comenzó a la edad de 6 años a modelar el barro y, a los 13 años ya era una destacada miniaturista, dejando una invaluable herencia que ha influido en las generaciones posteriores de ceramistas Ilobasquences. Falleció el 11 de mayo de 1982.